Fabricio Jiménez Osorio nos presenta cuatro libritos en una admirable edición de autor. Cada libro está compuesto por un cuento corto, y en todos hay un objeto o una acción que funciona como eje del relato. Las preguntas retóricas son otro recurso que tienen en común estos cuentos: ¿Por qué los regalos de amor no correspondido parecen quedar siempre destinados a visibilizarse en la vía pública?, se pregunta el narrador de El anotador, refiriéndose a un cuadernito que se encuentra en la calle. El contenido de ese anotador provoca en el protagonista un terror inesperado, seguido de una serie de reflexiones sobre su vida íntima. Fabricio nos muestra en este relato cómo el azar de encontrar un objeto, que habla de nosotros pero no es nuestro, puede cambiarnos la vida para siempre.

   En Mi caja vacía, el narrador se pregunta sobre la muerte, a propósito de un crimen de odio que lo toca de cerca. ¿A caso la muerte es tan poderosa como para acabar con todo lo que se tenía para decir? Fabricio (autor y narrador) evoca ese último café que no pude ser, recuerda su novela “La calle no muerde”, como texto guardado en la cajita vacía, dónde también Fabricio se guarda a sí mismo.

   En todos los textos aparecen parejas actuales, ex dando vueltas, acuerdos, celos y amores imposibles. Pero es en Un bóxer como el mío donde se narra un encuentro sexual con lujo de detalles. La introducción de este relato es extensa y permite que el encuentro casual entre el protagonista y un chico random sea realmente espontanea. ¿Por qué pensaba en algo así y no disfrutaba del presente? Se pregunta el narrador en pleno acto sexual. Se trata de un narrador común a todos los relatos, que piensa mucho antes de actuar, reflexiona con una gran sensibilidad detalles impensados y particularísimos. En esos detalles está la riqueza de los textos de Fabricio, en esa precisión que borra la mano de quién escribe y logra que las situaciones sean únicas sin necesidad de alejarse del realismo.

   Mientras le cortan el pelo, el protagonista de Medio americano, cuestiona mentalmente los comentarios machistas y homofóbicos que se producen en la peluquería ¿Para qué sirven los cavernícolas?, ¿Qué tienen para aportarle al mundo? Este texto se refiere a las inseguridades que puede producir en una persona un cambio de imagen, pero usa este tema de excusa para contar algo más profundo: una relación que se está rompiendo. Cuando el amor no es correspondido, aparecen las preguntas retóricas, ya no como recurso, si no como una necesidad, como un refugio ante la indiferencia del otro.

   Para cerrar, estos textos son un adelanto del primer libro de cuentos de Fabricio, que se llamará “Belleza y Fatalidad” e incluye dos cuentos más, inéditos. Estos relatos se pueden leer también por separado, cada uno presenta una forma distinta de abordar la literatura gay en Tucumán, una provincia con fuerte tradición conservadora. El hecho de que estos libros estén diagramados, impresos y encuadernados por el propio autor, nos muestra que existe una alternativa para publicar interesante e independiente a la que todos podemos recurrir